Volver volver volver
Volver,
con la frente marchita,
las nieves del tiempo
platearon mi sien.
Sentir, que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra.
Vivir,
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo,
que lloro otra vez.
Dios mío… volver a la cruda realidad, volver al despacho, volver a tener que aguantar a la gente al teléfono…
Ya no me acordaba lo que era este trabajo…
Que bien estaba yo de vacaciones, aunque solo hayan sido cuatro días.