Tropezar con la misma piedra

Con todo el dolor de mi corazón tengo que decir que he vuelto a caer en el error de comprar material fotográfico en una tienda zaragozana de la cadena Fotoprix, y que si bien la culpa no es de la tienda en si misma, he de decir que algunos empleados de la misma deberían aprender a tratar con los clientes…

Vamos al tajo… como ya dijimos hace unos días, los reyes majos (con la intermediación de mi mujer) se portaron este año y me trajeron una cámara nueva, una Canon EOS 5D Mark II, y ya que estábamos metidos en harina decidimos coger la cámara con un kit (más que nada porque nos incluía una segunda batería y el disparador remoto y salía bien de precio…), pero vaya oh sorpresa cuando nos dicen que no tienen los complementos del Kit en stock en ese momento en la tienda… como somos conscientes de que son malas fechas y nos aseguran que con toda probabilidad lo recibirían en una semana. Así que salimos de la tienda con nuestra nueva cámara y un vale por el resto de los productos que hemos comprado.

Esto no tendría mayor transcendencia si las cosas hubiesen salido como dictaminaba la lógica… si hubiesen traído el resto del material en un tiempo prudencial, pero tras acudir dos veces a la tienda a preguntar si había llegado (y haber sido atendido correctamente por un dependiente), ayer por la tarde se acercó mi mujer para volver a preguntar. Y cual es mi sorpresa cuando llego a la tienda unos minutos más tarde y veo cómo está una dependienta atendiéndola, poco menos que poniéndola de tonta por haber comprado la cámara con unos accesorios que no habían llegado. La conversación se calentó hasta el punto que mi mujer dijo que iba a tener que poner una reclamación, hecho al que la dependienta con malas maneras le dice que la culpa no era de Fotoprix, que era (atención que esta es de nota) de CANON que no les mandaba la batería.

Pero vamos a ver señores, si venden un producto que no tienen en stock y no van a tener la culpa es enteramente suya, máxime cuando de los tres productos que tienen que entregar sólo uno depende de la marca CANON, que el resto de productos son de terceros (o como nos dijeron en la tienda son de Fotoprix). Es inconcebible que gente como ésta no sólo estén trabajando de cara al público, sino que encima traten a los clientes (que se han dejado un dineral en sus productos, no olvidemos que hablamos de una cámara de gama profesional, no de una barra de pan) como si fuesen ineptos con un total desprecio hacia ellos.

Para más inri, hay que añadir que esta tienda en cuestión se supone que es la que va destinada a un público más profesional, no es la tienda de barrio (de las cuales he de decir que tengo varios amigos trabajando en ellas y funcionan bastante mejor). Pero qué se puede esperar de una tienda en la que si un día llevas a revelar unas fotografías te puedes encontrar con que las han hecho a un tamaño diferente del que te han cobrado… Y esto es verídico, no se os ocurra mandar imprimir fotografías a 20×25, porque puede ser que os las hagan a 13×18 (aproximadamente), y si las hacéis, al menos medirlas antes de llevároslas, que a nosotros nos ha pasado de ir con prisas, no medirlas y cuando se lo hemos comentado al dependiente (el chico que hay en la tienda es un encanto) nos ha comentado que los ordenadores se les suelen desconfigurar e imprimen al tamaño que les da la gana.

En definitiva, todos queremos cuando compramos algo tenerlo entre nuestras manos lo antes posible, pero hay veces que nos saldría mucho más a cuenta comprarlo online y esperar a que nos llegue, o irnos a otra ciudad a comprarlo, todo antes que volver a caer en la misma piedra y comprar en Fotoprix de nuevo.