Tirarse a la piscina ... o no
Ayer por la mañana pensaba en escribir un comentario sobre «tirarse a la piscina» sin saber cómo se encuentra y descubrir que está medio llena, iba a escribir sobre las virtudes de la confianza en que las cosas no pueden ir mal, sobre esas esperanzas y expectativas que nos creamos.
Y repito, eso lo iba a decir ayer por la mañana, porque por la tarde me di cuenta de que al tirarme a la piscina y haber poca agua me había roto algún hueso, y para colmo algun personaje indeseable pensó que era una buena idea ayudarme a curar las fracturas con un stick de hockey…
Así que aquí sigo, lamiéndome mis heridas mientras busco la forma de curarlas e ignorar lo que se debe ignorar.
Creo que a estas alturas de la vida no hará falta decir que lo anterior está escrito en modo figurado, que no me he roto ningún hueso (al menos no físico) y que estoy aparetnemente bien…