Soy un dejado

No suele ser ésta la forma más lógica o atractiva para empezar un post, pero como este no es un blog demasiado normal, puedo tomarme esta licencia (una vez más).

Y digo que soy un dejado porque generalmente suelo empezar mil cosas, tener mil ideas en mente pero no suelo llegar a materializarlas, siempre se quedan como bocetos en algún viejo cuaderno o quedan empezadas y nunca se llegan a terminar.

Quizá sea ese el motivo que me ha llevado a la situación en que me encuentro ahora mismo, una situación de insatisfacción personal y profesional;

Insatisfecho en lo personal porque a pesar de tener una vida estupenda, una mujer estupenda, y unos amigos que no me merezco, siento que tengo demasiados frentes abiertos y que no puedo atenderlos a todos, pero a pesar de eso tengo la insatisfacción de querer estar en medio de todo y no poderlo lograr.

La insatisfacción en lo profesional no es nada nuevo, es algo típico y recurrente, suelo tener ganas de romper con todo y salir corriendo, pero simplemente no puedo, no me atrevo, no se como hacerlo…

En definitiva, otra paranoia más de la típica noche de domingo en que no me puedo dormir, ni dejar de pensar en la semana que me espera, que no deja de ser otra semana más.