Que negocio
Y parecían tontos…
Aún no has puesto un pié en Santo Domingo y ya tienes que lidiar con la picaresca de los isleños, parece que les falta el tiempo cuando el enlace de la turoperadora te entrega la documentación para quererte agarrar la maleta, un servicio opcional, opcionalmente obligado, puesto que a medida que recorres los escasos cien metros que separan el enlace de los autobuses te intentan coger hasta por tres veces la maleta para llevártela al autobús…
Y obviamente no es porque tengan un exceso de celo a la hora de demostrar su hospitalidad (de la que nada puedo decir por el momento), sino por los diez dólares que cobran por este servicio
Lo que no sabían es que intentar ganarle en cabezonería a un maño no es tarea fácil. (es que a cabezota no hay quien me gane)
Ahora sólo nos queda esperar unas tres horitas más hasta llegar a Punta Cana, nuestro lugar de destino