Pudo haber sido

En esta vida no hay que arrepentirse de nada, hay que mirar atrás y ser consciente de que todo lo que hemos hecho lo hicimos porque teníamos que hacerlo.
Al menos eso es lo que me gustaría creer de mi vida, que he hecho lo que tenía que hacer en cada momento no porque las circunstancias me hayan obligado, sino porque yo lo he querido.

Esto así dicho puede parecer que no tiene mucho sentido, pero cuando estás haciendo limpieza de correos antiguos del servidor del trabajo y te encuentras una serie de correos de los cuales ya te habías olvidado por completo y los empiezas a leer, y te devuelven a ese mundo en el que vivías hace más de cuatro años, sólo te queda pensar que tomaste las decisiones adecuadas, que miraste por tus intereses y obraste de acuerdo a ellos. Puede que pensar esto sea óbice para que se me tilde de egoista, pero sinceramente es lo que quiero pensar, pensar que todas esas pequeñas decisiones fueron las correctas por el simple hecho de que me han llevado hasta el punto en el que estoy ahora.

¿Y cómo estoy ahora?

Pues ahora estoy feliz, agobiado pero feliz, a mis 30 años (que mal suena) he descubierto que hay cosas que pueden ayudar a evadirme del ajetreo, del mundanal ruido y permitirme ver la vida desde un prisma diferente, a día de hoy estoy felizmente emparejado, casi casado con una persona maravillosa que evidentemente tiene sus rarezas (pero más tengo yo), agobiado como cada hijo de vecino por culpa de la situación socioeconómica que nos toca vivir, pero es lo que tienen las hipotecas, los muebles nuevos, los pequeños caprichos que nos damos de ciento a viento, pero al menos tengo un trabajo estable, que me desborda y al que quizá no me dedico al 110% como debería, pero poco a poco voy acercándome a esa meta.

Hace siglos que no escribía una entrada tan personal por aquí, pero tengo que dar las gracias a esa persona hoy una auténtica desconocida cuyo mail de mayo de 2004 me ha hecho reflexionar, acordarme de ella con cariño un instante y dar gracias por estar en el punto en que estoy.

Aunque no lo vas a leer, Gracias Laura

Y gracias también a todas las mujeres que pasaron por mi vida (que no han sido pocas, aunque esto suene a machito…) porque todas me habéis aportado algo que me ha hecho ser una mejor persona, y por una vez no voy a hacer excepciones diciendo tú no tú si, todas habéis ayudado a que yo sea quien soy, y quizá nunca le he dado la importancia que tiene a este hecho.

P.D. algún día contaré la historia de Laura, que no tiene desperdicio