Pedir perdón

Santiago de Compostela, 20/11/2005 01h : 24m
Partiendo de la suposición de que tanto yo como mis lectores seamos cristianos más o menos practicantes, voy a escribir este texto…
Se supone que las personas debemos ser coherentes con nuestras creencias, con lo que se nos ha ido inculcando desde críos y con las creencias que albergamos en nuestro interior, y partiendo de la primera suposición, sería coherente y de esperar que en nuestros actos el perdón figurara como una de las acciones más habituales, cosa que como todos sabemos no es así.

Hoy estoy aquí de nuevo escribiendo cosas algo más profundas de lo habitual, pero es que estos días, al entrar en estos sitios de culto ancestrales levantados con el esfuerzo y el sacrificio de tantos y tantos hombres me siento algo más sensible de lo habitual, pero volviendo al tema que estaba tratando, he de decir que no sólo es que nos cueste perdonar, pero es que también nos cuesta mucho pedir perdón.
Es curioso, pero cuando somos críos solemos pedir perdón cuando nos hemos equivocado, no es que sepamos pedir perdón, es que sabemos cómo hacerlo, pero lamentablemente al crecer parece que nos olvidamos de lo sencillo que era hacerlo.

Yo me pregunto a estas horas, ¿qué diablos hago yo en Santiago de Compostela, tumbado en la cama oyendo «Here With Me» de Dido escribiendo estos desvaríos más propios de otras personas que de mi… pero es que como he dicho antes esta visita me ha conmovido de una manera especial, pero es que pequeños detalles como el ver a la hora de comer a una madre diciendo lo bonito que era el recibir un beso de tu hijo sin habérselo pedido, el haber visto botar el botafumeiro, haber sentido la magnificencia de las catedrales tanto de León como de Santiago, haber sentido la amabilidad de la gente del norte, son cosas que marcan de manera especial estos días previos al fin del año (aunque ya se que faltan unas semanas el espíritu navideño está en el aire), un fin de año que prometo tomarme de una manera diferente a como lo he ido haciendo los últimos años…