No eres más que un mierdas
No, no te asustes por el título, no te estoy insultando a ti. Mejor espera, lee esta historia, y luego ya comentamos.
La historia:
Son las ocho y media de la tarde, miras el reloj, hace rato que deberías estar en casa, siempre te pasa lo mismo, entre pitos y flautas siempre te entretienes a la hora de salir, aunque esta vez tienes una excusa buena... entre que la moto no quería arrancar, y que te has quedado comprobando la copia de seguridad ha sido imposible salir antes, o eso es lo que te repites mientras circulas por la ciudad pensando en que tus hijas estarán ya cenadas.
Otra vez que no llegas a darles de cenar, otro día que vas a llegar justito para darles un beso y meterlas en la cama.
Tan absorto estás en tus pensamientos que conduces casi por instinto, sólo piensas en llegar a casa, estás cansado y todo empieza a perder su importancia, el tráfico de estas horas sólo sirve para que te concentres más en tus pensamientos, cuando te das cuenta estás parado en un semáforo junto a la estación de Goya.
De repente algo te llama la atención por el rabillo del ojo, una pareja en la penumbra de la estación, los miras, de entrada piensas que majos, una pareja joven sin preocupaciones, aunque este pensamiento se desvanece al ver la cara de ella, no está seria, tampoco contenta, ves miedo en sus ojos, entonces te das cuenta de que él no la está abrazando, la está zarandeando... será cabrón...
Y en ese momento en que piensas en bajarte de la moto, llamar a la policía, que esto no se puede permitir te das cuenta de que el semáforo se había puesto en verde, que los coches que estaban delante ya han desaparecido y que tienes a un montón de coches detrás pitando e increpándote, por instinto aceleras mientras cabeceas diciendo que eres un mierdas, que tenías que haber bajado de la moto, que tenías que haber hecho algo, que esos comportamientos no se pueden permitir...
Pero la marea de tu día te arrastra hacia la orilla de tu espacio de confort, te arrastra hasta tu casa donde te esperan tus cosas, tus problemas, tu vida y vuelves a ser un pasivo espectador del dantesco espectáculo en que se está convirtiendo esta sociedad, llegas a casa casi con lágrimas en los ojos culpándote por tu pasividad cuando te das cuenta de que al final has corrido más de lo permitido y has llegado a casa antes de lo que esperabas, estás en tu fortaleza donde tus hijas te esperan, y aunque una ya está dormida aún tienes tiempo de que la mayor te cuente cómo le ha ido el día antes de acostarla.
Este es el mejor momento de tu día, y aquí acaban todos tus problemas, aunque ahí fuera la vida sigue su ritmo, y aunque no puedes hacer nada por esa chica sólo deseas no tener que leer una triste noticia en el periódico del día siguiente, sólo esperas que alguien haya tenido los huevos que tú no tuviste para hacer algo, sólo esperas no volver a pasar por esto, y que si pasa seas capaz de hacer algo más que acelerar.
fin.
Sobre esta historia.
Esta que acabáis de leer no es una historia de ficción, es algo real, algo que me ha pasado a mi hace unas horas, algo de lo que me arrepiento desde la comodidad de mi sillón, sabiendo que no he hecho lo correcto.
Podría preguntaros por lo que habríais hecho vosotros, seguro que al igual que yo cuando leo este tipo de preguntas, la mayoría contestaríais que llamar a la policía mientras intercedíais por la víctima... pero estas respuestas no me servirán de nada, no evitarán que esto suceda ni que yo deje de sentirme mal, lo que quiero en vez de haceros esta pregunta es instaros a actuar ante estas actitudes, a no ser espectadores pasivos como yo lo he sido, a intentar erradicar esta lacra de nuestra sociedad.
Mientras tanto sólo puedo añadir que espero en otra ocasión cambiar mi actitud.
Si has conseguido leerlo todo sólo puedo darte las gracias, se que estos escritos son pesados y que estamos cansados de ver siempre lo mismo, pero te agradezco que lo hayas leído, que si te apetece comentar lo hagas a continuación y sobre todo que si te ha parecido interesante, lo compartas...
Anotaciones:
1 Post image by Alejandra Quiroz
Imagen del post por Alejandra Quiroz