Ladrones de identidad
Hace ya tiempo que experimenté cambiando mi identidad, suplantando la identidad de otra persona, primero fué por teléfono haciéndome pasar junto con otro amigo por un adulto cuando en verdad éramos crios, más tarde le dimos un susto a una persona non-grata que gracias al mismo cambió su forma de pensar…
Pasaron los años y con otro amigo le gastamos una bromilla a otro amigo (a altas horas de la madrugada), pero esta vez se quedó con la duda de si éramos nosotros o no…
Como podéis ver suplantar la identidad de otro ha sido algo relativamente fácil a lo largo de la historia, pero es que ahora a parte de ser sencillo es casi innecesario.
Gracias a los chats, emails, webs, servicios de mensajería instantánea puedes no sólo suplantar a otro sino ser una persona que no existe, dar rienda suelta a tu imaginación y ser como desearías ser…
Hace años fuí mujer, hombre, niño, lesbiana, gay… solo por ver como interactuaba la gente conmigo.
Hoy me he dado cuenta de que todo esto es algo recíproco, puedes decirle a alguien las cosas mas impensables y luego achacarlas a las nuevas tecnologías, a tu otra personalidad, o incluso algo peor, puedes no achacarlas a nada y volver al punto de partida como si nada hubiese pasado.
Y que conste que no digo esto porque yo lo haga, sino que lo digo porque lo he sufrido yo…
Este post va dedicado a la gente que se ha perdido por el camino por querer ser quien no eran.