Hasta la vista baby
Hay algo que sería necesario que explicáramos a nuestros hijos, y que nuestros padres nos deberían haber explicado de pequeños, la necesidad de saber decir NO, de decir basta, de no tener que agradar a todo el mundo, igual en algún momento de nuestra formación com personas deberíamos haber tenido una conversación de este estilo...
¿Alguna vez has tenido ganas de decir "no" a alguien? Tal vez a un amigo que te pide que juegues con él cuando te apetece hacer otras cosas, o a un familiar que te pide que le ayudes con algo mientras estás ocupado. No pasa nada, está bien, hay veces en que lo tenemos que hacer, aunque la otra persona no lo entienda. A los adultos también nos pasa, hay momentos en los que es necesario decir "no".
Porque luego crecemos, nos incorporamos al mercado laborar y cuando nos queremos dar cuenta estamos en una empresa donde los empleados trabajan buscando la satisfacción de los clientes y nos topamos con el típico cliente que requiere mucho esfuerzo y el retorno de este no es acorde con esta inversión. En este caso la lógica nos dice que deberíamos ser capaces de decir "no" y centrarnos en los clientes que requieren menos esfuerzo y producen más retorno, vamos en los clientes más rentables para la empresa.
Si esto se lo tuviésemos que explicar a un niño pequeño el planteamiento sería algo así, si tienes un juguete roto y requiere mucho esfuerzo para arreglarlo, es posible que sea mejor dejarlo y jugar con otros juguetes que funcionen bien y sean más divertidos, o incluso puedes jugar sin juguetes...
Pero no solo hemos de hablar sobre la importancia de decir que no, es necesario que aprendamos a dejar ir a las personas, que no intentemos hacer todo lo que ellas quieran por miedo a que se vayan, estas personas pueden convertirse en tóxicas para nosotros y eso repercutir hasta en nuestra salud. Y aquí de nuevo la analogía con el mundo empresarial es evidente, hay clientes que requieren de excesiva atención y hacen que sea difícil para los empleados atenderlos a ellos y al resto de clientes de una manera efectiva.
Imagina que tienes una caja llena de pelotas. Cada pelota representa a un cliente en la empresa en la que trabajas. Ahora, supón que una de esas pelotas no está inflada y requiere mucho esfuerzo para mantenerla en su lugar. ¿Qué harías?
Es posible que sea mejor dejarla ir y concentrarte en las otras pelotas que están en buen estado y son más fáciles de mantener. De la misma manera, en una empresa de servicios, es posible que haya clientes que requieren mucho esfuerzo y no producen suficiente retorno. En este caso, es importante saber decir "no" y "dejar ir" a estos clientes.
Está claro que es la empresa la que toma la decisión de quiénes son los clientes importantes y a quiénes deben prestar más atención. Pero, aunque los empleados no elijan a los clientes, es importante que entiendan por qué es importante dejar ir a ciertos clientes para poder trabajar de manera más eficiente y efectiva.
Al decir "no" y "dejar ir" a un cliente estamos evitando potenciales situaciones estresantes y tóxicas y esto tiene una repercusión en nuestro día a día, si somos capaces de hacer esto en el ámbito laboral y lo interiorizamos, nos encontraremos con la posibilidad de llevar esto a nuestro día a día y entonces veremos como esos niveles de estrés y frustración se reducen.
Aunque hemos de tener en cuenta un detalle, al igual que es importante saber decir "no" y "dejar ir" es necesario que sepamos aceptar un "no", e irnos cuando se nos da la oportunidad.
Para terminar, os dejo una reflexión:
Todos tenemos a nuestro alrededor al menos una persona a la que tenemos la necesidad de decirle "no". Y si no la tenemos, puede que seamos nosotros la persona a la que tienen que decir "no"
P.d. Decir que no a un cliente en el ámbito empresarial tiene un beneficio añadido... lo bien que te sientes, sobre todo cuando te ha estado tocando las narices y se enfurruña porque no se ha salido con la suya.