El texto que hubiera querido escribir

Sacado de: La Página de los Cuentos – Texto 'querido nadie' de mundodelocos

TRAS TANTO TIEMPO…

¿QUÉ IMPORTA LA FECHA?

QUERIDO NADIE…

Nadie… sí, no es que para mí seas sólo eso, que haya olvidado que formaste parte de mi vida, que te haya dejado de querer…

Tan sólo que ahora que he reunido valor suficiente para escribir esta carta no sé a quién esta dirigida realmente.

Quisiera pensar que dentro de unos días podrás leer estas líneas mas puede que sea demasiado tarde…

Si aún vives y todo fue una pesadilla, espero que pienses en mí y no hayas perdido la esperanza de volverme a ver.

Hace unos días dieron en el telediario la noticia de una chica que, tras un accidente de coche, perdió la memoria; por un momento no le di importancia, mas luego pensé que ese podría ser el motivo por el cual no he sabido nada de ti durante todo este tiempo.

Por esta razón quiero contarte como sucedió todo, desde aquellos días que compartimos, hasta el fatídico momento en el que el destino nos separó sin darnos siquiera la posibilidad de despedirnos; por eso y porque puede que recordar me ayude a sentirte cerca de nuevo, pese a que el amor que aún siento por ti no puede ser resumido en tan sólo una carta, te escribo.

Pasamos juntos un verano lejos de nuestras ciudades y nuestros amigos. Nuestros padres no se conocían, pero nosotros estábamos destinados a ser amigos incluso antes de vernos por primera vez.

Cada día a tu lado se me presentaba como una nueva aventura que comenzaba al amanecer y aquel pueblo se nos hacía cada vez más pequeño.

Nuestras familias, los amigos que nos esperaban en septiembre y la oposición de nuestros padres a que estuviésemos juntos, pasaron a un segundo plano la tarde que me propusiste huir de todo para ser, al fin, libres.

Puede que no fueran tus palabras sino mis padres quienes me hicieron seguirte en aquella nueva aventura, la última.

Ellos no quisieron entenderme, me amenazaban con hacerme volver a casa si seguía viéndote, para ellos sólo eras un loco, cuatro años mayor que yo, que tan sólo podía perjudicarme, separarme de ellos y meterme extrañas ideas en la cabeza.

Por eso, para demostrar, a ellos y a mi misma, que estaban equivocados, me embarqué en la aventura que iniciaría el fin de nuestro sueño.

Robamos una moto y, sin rumbo fijo, dejamos atrás el pueblo.

Condujiste un día entero parando continuamente, pues estábamos cansados, no sabíamos dónde ir y sabíamos que el dinero para la gasolina no duraría eternamente.

Decidimos pasar la noche en un motel. Estábamos a punto de irnos a dormir cuando vimos en la televisión que ya nos estaban buscando. No conté con esa posibilidad, pensé que mis padres tardarían más en denunciar mi desaparición, mas luego me explicaste que tu padre era policía.

Aterrados ante la posibilidad de que nos encontraran, abandonamos el motel y seguimos nuestro camino.

La noche avanzaba…

Oímos la sirena de un coche de policía, nos indicaron que parásemos, pero no hicimos caso, seguimos adelante en una carrera hacia la muerte…

Quisiste adelantar al camión que nos obligaba a reducir la marcha… un coche de frente…no pudiste esquivarlo…

Lo siguiente lo recuerdo como las piezas de un puzzle que aún no he logrado encajar.

Ya en el hospital, pregunté por ti y nadie quiso decirme nada. Cuando me permitieron volver a casa, mis padres me dijeron que habías muerto.

No quise escucharles, no era posible, necesitaba convencerme a mi misma de lo contrario.

Sabía tu número de teléfono, pero tenía miedo a enfrentarme a una voz dolorida por tu muerte.

Pese al miedo que aún tengo al recordar aquellos momentos, hoy soy lo bastante fuerte como para escribirte esta carta con la esperanza de recibir tu respuesta dentro de unos días.

He tomado una decisión, dado que sigo creyendo que fui yo la que debió morir y que sin ti mi vida no tiene sentido, si dentro de treinta días no he tenido noticia alguna sobre ti, volveré al lugar de mis pesadillas para descansar al fin de este sin sentido que supone tu ausencia.

Ya no temo a la muerte, lo que me asusta es que mi vida, el mundo tal y como lo construimos aquel verano, se ha convertido en el mayor castigo que me han impuesto por quererte.

Es hora de despedirme, el fantasma del pasado me recuerda que cada día que pasa sin ti, muero un poco más.

Si pudiera volver a verte antes de…

Bueno, querido nadie, espero que nos veamos pronto, ya sea aquí o allá donde vallan las almas tras abandonar este cruel mundo.

Es lo que hubiera querido poder decir en tantas otras ocasiones…