El invitado

El invitado , así es como les ha dado por llamarme en mi casa esta semana, y si supieran lo que me sacan de quicio cuando lo hacen, aún lo harían más…

Desde luego, esto es irónico, la temporada que estás más más en casa te dicen que nunca sales, y la que estás menos te llaman invitado… la verdad a ver si se aclaran un poco que me están volviendo loco.

¿Quieren que esté en casa o que no? porque la verdad o estoy en casa o estoy con mi novia, y si estoy en la oficina desde que la abro por la mañana hasta que la cierro en la noche, tengo sólo el rato de la cena para verla… y claro uno llega a su casa y tiene cosas que hacer, cosas que se van quedando pendientes a lo largo del día y de las semanas y cuando llega a casa ha de hacerlas, y si las hago no puedo estar en el salón con la familia, y si estoy en el salón no las hago… ¿Y yo que hago entonces?

Lo que me preocupa no es que me llamen invitado, que me cabrea pero poco, lo que de verdad me preocupa es que no se enteren de las cosas, en el intervalo de quince días tanto mi padre como mi madre me han preguntado que cuándo me había cambiado el móvil, y a ambos les he dicho lo mismo, que hacía un mes largo que lo tengo, pero lo gordo es que los dos etuvieron toquineándolo el día que lo traje a casa… es que no se enteran o que?

Bueno, sin comentarios…

y como os conozco y hay algún que otro cabroncete por aquí creo que mejor le quito los comentarios a este post 😉