El dichoso iPad

Creo que de todos es sabido que por motivos bastante lógicos soy un satisfecho usuario de Mac, así como soy un satisfecho usuario de Canon y de otras tantas marcas que rivalizan con otras en su mismo campo y que generan «fanatismos» entre sus usuarios (como defensores y detractores de las marcas). Puede que la carencia de ese sentimiento de fanatismo sea lo que más me caracterice como usuario, suelo ser más fanático de lo que puedo lograr con cada marca que de la marca en si misma.

Puede resultar por tanto raro que como satisfecho usuario me veáis recomendando a algún amigo un producto de «la competencia«, pero partiendo de la base que no todos tenemos las mismas necesidades, ni vamos a utilizar los productos en las mismas circunstancias, me gusta recomendar aquél que a ese usuario concreto le va a proporcionar una mayor satisfacción con el menor costo de aprendizaje.

Dicho esto, y volviendo al título del artículo, sobre el iPad sólo puedo decir que es bonito…

No es un producto que vaya (al menos por ahora) a satisfacer mis necesidades, al igual que pasó con el primer modelo de iPhone que se presentó, pasaron casi dos años hasta que llegó el momento en que mis necesidades coincidieron con el producto. Y como ya sabía sus defectos, no me decepcionó, de hecho lo sigo utilizando activamente, si bien es cierto que compagino su utilización con un terminal Android, teniendo cada uno para unas determinadas funciones.

Puede que en un futuro el iPad se convierta en un objeto de uso cotidiano, y deje de ser un «simple gadget«. Espero que ese día llegue y podamos ver una auténtica revolución en los que a dispositivos ultraportátiles se refiere, al igual que la hemos vivido en los terminales móviles gracias al iPhone. Aunque más me gustaría ver una evolución de éste producto hacia un dispositivo abierto al que poderle instalar un sistema operativo al uso en el que poder ejecutar las aplicaciones que realmente necesito y de las que puedo disfrutar desde mi ordenador de escritorio, o desde mi portátil.

Y hablando de portátiles… no quiero esconder mi depeción por no haber visto una renovación en la gama de portátiles de Apple, concretamente en lo que a procesadores se refiere… me hubiese gustado poder contar con uno de esos nuevos procesadores i5 o i7 de intel de cara a una próxima compra (desde que se fastidió la pantalla de mi macbook mi ritmo de procesado de fotografías ha bajado estrepitosamente…).

En fin, esta es mi humilde opinión. Como se suele decir, para gustos los colores… ¿O no?