Educación y respeto
Al cliente hay que tratarlo con educación y respeto, el cliente siempre tiene la razón, al cliente no hay que contradecirle…
Y podría seguir así un par de días enumerando las normas de conducta que se nos han ido imponiendo con el paso del tiempo a los que trabajamos de cara al público, pero todo en esta vida tiene un límite, todos queremos que se nos respete, pero muy pocos son los que comprenden que para poder exigir un respeto tenemos que hacerlo precisamente desde el respeto.
Estoy de acuerdo en tratar al cliente con educación y respeto, siempre que él haga lomismo conmigo, porque puedo entender que la persona llame para exponer una queja con fundamento y que en el momento de hacerlo se encuentre totalmente alterada, pero ésta persona debe de comprender que si no se calma no vamos a poder solucionar su problema, porque si necesita que se le haga una intervención urgente y me mantiene al teléfono profiriendo insultos o desvaríos contra mi persona o las de mi despacho, o contra el mundo en general más rato tardaremos en poderle solucionar su problema, y no porque no nos vayamos a tomar interés en hacerlo, sino porque todo ese rato de conversación infructuosa no hace sino que retrasar el momento en que pueda pasar el aviso al departamento correspondiente o de que se lo pueda solucionar yo mismo.
Como decía alguien cuyo nombre no recuerdo, el cliente siempre tiene la razón, hasta que deja de tenerla… y en ese momento es cuando se lo tenemos que hacer ver de la manera más suave pero contundente posible.
En definitiva, tengamos en cuenta que todos tenemos nuestros problemas y si no nos gusta que los demás los paguen con nosotros, debemos de no intentar hacerlo con los demás.
He dicho