Desarraigo social

Suena raro empezar una entrada de esta manera, pero creo que es la expresión que más se acerca a mi pensamiento actual.

Yo siempre he sido una persona bastante sociable, bastante activa socialmente hablando, pero de un tiempo a esta parte me estoy percatando de que me estoy volviendo un desarraigado social, no es que me cueste relacionarme con la gente, lo que me cuesta es aguantar a la gente.

Imagino que será una cuestión de perspectiva, pero cuando estoy con grupos heterogéneos de gente suele primar la molestia que me ocasiona el (dejo el apelativo al gusto del lector)  graciosito | bromista | pesado | listillo | ignorante | machito |incongruente | ilógico de turno. Como se dice vulgarmente, me toca los huevos de sobremanera la gente que se propone ser el centro del mundo, y que por desgracia suele ser la gente que más atrae la atención de los demás, que como borregos son subyugados a su voluntad.

Ya se que en esta vida debe haber de todo, y que no siempre llueve a gusto de todos, pero que te pegues todo el santo día atendiendo a la gente, intentándoles hacer ver cómo funcionan las cosas, intentando que razonen, sean educados, sean lógicos y respetuosos con sus cosas y con las de los demás (así dicho casi parece que sea un maestro de escuela), que cuando te llega el momento de desconectar te encuentras tan saturado que a la mínima explotas (bueno no explotas porque prefieres hacerlo al llegar a tu casa, donde no hieras sensibilidades).

Dicho esto he de matizar que no todo mi desarraigo social se debe a lo atacado que tengo el sistema nervioso,  que el hecho de llevar una vida rutinaria que me hace salir de casa a las ocho de la mañana, volver a comer y salir en el plazo de una hora para volver al trabajo y no terminar la jornada antes de las nueve de la noche ayuda bastante a sentirse desarraigado porque no tienes un momento para ti mismo.