De autobuses y lluvia
Si pensar en los autobuses del transporte público ya produce cierto resquemor, no quiero ni si quiera intentar describir las sensaciones que puede producir el binomio autobuses llluvia, algo simplemente espeluznante.
Si los autobuses de la ciudad de Zaragoza, ya de por si tienen una frecuencia desastrosa, imaginaros lo que puede ser en un día como hoy que está cayendo lo que no está escrito, con agua por todos lados, con un viento helador y una caída de las temperaturas de alrededor de quince grados desde el fin de semana