Cuanto mamón

Pero cuanto mamón hay por el mundo, pues no me encuentro esta tarde con que me han robado la placa de la calle…

¿Para que narices querrá un gilipollas, porque no se le puede llamar de otra manera, una placa de metacrilato con el nombre de mi empresa?

Si al menos fuese una placa bonita, con un buen diseño, algo decorativo… pero una placa blanca, rectangular, con un texto en azul… vamos que a parte de ser fea es algo sin una utilidad aparente.

No lo entiendo, por mucho que lo intento comprender, no me cabe en la cabeza, lo que si que se es que esta noche me tocará rediseñar la placa y llevarla a hacer por la mañana.

Muchas veces me pregunto no ya sobre el sentido de la vida, sino por el sentido de las acciones humanas, ¿qué sentido tiene robar un estúpido trozo de plástico?
La respuesta ya se que es muy simple : ningún sentido , o al menos tan poco sentido como estar tan borde como suele estar la gente últimamente… y es que a la gente parece que le ha sentado mal el tener tantos días de fiestas, porque han vuelto a la normalidad con las reservas de mala leche bien cargadas…

En fin, que es martes y me parece que sea jueves ya… vaya semanita llevamos.