Conocer
No sabemos lo doloroso que algo puede resultar hasta que lo sentimos en nuestras carnes. Yo por ejemplo, hasta hoy no me había tenido que enfrentar al hecho de que alguien opinara (y que yo me enterase…) que ni me conoce ni me quiere conocer.
La persona en cuestión es la actual pereja de una de mis mejores amigas con la cual salí durante un tiempo. He de reconocer que no se que me ha dolido más, si el orgullo herido porque pase olímpicamente de conocerme o el hecho de que le dijera a ella que si tan majo era yo, que si tan bien nos llevábamos que porqué lo habíamos dejado…
Yo me pregunto cómo puede ser la gente tan corta de no darse cuenta de que las parejas pueden ir y venir, pero que los amigos, los que son amigos de verdad están siempre ahí pase lo que pase y aunque nos duelan las cosas las aceptamos y las respetamos, pero no por ello vamos a romper una amistad de tantos años…
He dicho!!