Volando

Y ya van casi tres horas de vuelo, un vuelo comenzado con casi tres cuartos de hora de retraso (retraso producido por la coincidencia de salir dos vuelos con idéntico destino desde puertas de embarque contiguas y sin funcionar los terminales para comprobar los bilietes… con lo cual era sencillo equivocarse.

Ahora ya recomidos (con la típica comida de avión) y medio cansados atravesamos una zona de turbulencias mientras veo El Mercader de Venecia, en algo hay que matar el tiempo…