Una decision muy pensada
Reconozco que soy un poco obsesivo, y que cuando algo se me mete en la cabeza no paro de darle vueltas, buscando los pros y los contras, en un proceso que muchos tacharían de «auto-convencimiento»…
Y porqué negarlo, en algunas muchas ocasiones es cierto, parece que busco excusas para hacer una compra que previamente mi subconsciente ya ha decidido hacer. Pero en esta ocasión os puedo asegurar que la compra ha sido estudiada a fondo, no en vano comprar un iPad es una inversión considerable y no están los tiempos para ir malgastando el dinero que tanto nos cuesta ganar.
Me enfrenté a la compra del iPad tras el estudio de mis necesidades informáticas, la mayoría del tiempo estoy conectado, y eso conlleva un desgaste considerable de los equipos, sobre todo si se utilizan todos los equipos para todo, como venía haciendo hasta esta reflexión. El equipo que estaba utilizando principalmente era un macbook, concretamente el modelo late 2006, que ya tiene unos añitos y al que por el trote que le he metido se encuentra en un estado… digamos que «tocado», el pobre ha pasado por dos cambios de disco duro, una ampliación de memoria y hasta un cambio de pantalla, el cual puedo orgullosamente decir que lo realicé yo con éxito.
Mi portátil, el cual utilizo principalmente para la edición y catalogación fotográfica, pero también para mirar el correo, twitter, navegar, mirar el tiempo y demás cosas por el estilo, estaba pidiendo a gritos un reemplazo, y para ser sinceros hasta la salida del iPad tenia en mente reemplazarlo por un macbook pro de 15″. Pero tras probar el iPad de @torresburriel me di cuenta de que, salvo para la edición fotográfica, podía utilizar el iPad para mis necesidades básicas, y para otras necesidades que hasta el momento no me había planteado (por ejemplo como lector de libros electrónicos).
La posibilidad de tener un dispositivo que se conectara al instante a Internet, que me permitiera tener el correo a mano, pudiéndolo llevar a todas partes sin tener que cargar con una bolsa más grande de la que ahora llevo resultaba muy atractiva, pero quedaba la duda de la aceptación del nuevo dispositivo por parte de mi mujer, que de entrada era reacia a la compra…
Y ahí he de decir que el iPad es donde más me sorprendió, a las horas de tenerlo en casa estaba mi mujer tumbada en la cama ojeando una web, y así se pegó un buen rato. Con lo cual se demuestra que la inmediatez del uso del iPad es una clara ventaja a la hora de hacer un uso ligero de Internet.
Y todo esto sin bajar ninguna aplicación al dispositivo todavía, porque esa era otra duda, si podría en un momento determinado utilizar en iPad para solucionar algún problema de trabajo cuando me encuentro fuera de Zaragoza como suelo realizar cuando me llevo el portátil de vacaciones. Me costó a penas unos segundos encontrar la aplicación que necesitaba en la iTunes Store, era una aplicación de acceso remoto para el «terminal server» de la oficina, sin gastar un céntimo adicional podía conectarme al escritorio de mi oficina y solucionar algún problema que surgiera sobre la marcha.
Tras ver que me podía servir para trabajar, sólo me quedaba probar la parte de ocio del mismo… y ahí si que puedo decir que el iPad es una auténtica pasada, no sólo por la cantidad de aplicaciones que a tal efecto existen en la iTunes Store, sino porque la calidad de la pantalla es tal que resulta una gozada ver una película en ella. A parte hay que destacar que la aplicación iBook es un gran aliado a la hora de ver cualquier tipo de documentación en formato PDF, y digo documentación y no libros, porque es cierto que para leer un libro de texto las pantallas de los ebooks son menos agresivas pata la vista, pero si lo que queremos es ver imágenes, o ver algo con color a día de hoy o nos lanzamos a por el iPad o seguimos utilizando el ordenador portátil.
Puede que si todavía estás leyendo esto se te pase por la cabeza que me he dado el capricho, me he comprado el iPad y en cuatro días voy a tener que comprarme un portátil porque el mío estaca hecho trizas, y aunque ese pensamiento sería bastante lógico, tengo que aclarar que la intención en la que me basé para sustentar esta compra es la vuelta al escritorio, volver a dedicarle un tiempo y un espacio a la edición de mis fotografías, porque aunque esto conlleve pasar más tiempo desde que hago las fotografías hasta que las tengo como a mi me gustan, estoy seguro que esta dedicación a la larga redundará en una mayor calidad del resultado final.
Oh se me olvidaba, la decisión ente los dos modelos de iPad… el modelo wifi y el modelo 3G… aquí la decisión estaba complicada, y si hubiera habido stock del modelo 3G de 16Gb de datos me habría planteado la compra del mismo, pero entre que no había stock y que gracias a la
nefasta atención de Telefónica Movistar he decidido dar de baja el iPhone y pasarme a un android me decanté por un iPad sólo con wifi… no olvidemos que el destino teórico del iPad es ser utilizado principalmente en casa, mi casa, donde no voy a tener problemas de conectividad, y si lo saco de paseo y necesito conectarlo a internet mi querido android me permite compartir vía wifi la conexión de datos y conectarme tan ricamente, no en vano en estos momentos estoy escribiendo estas líneas desde una terraza en Cambrils conectado a través de mi HTC Magic.
Roberto Ruiz Herrera