Todos tenemos un punto
Sí, todos tenemos un punto a partir del cual todo parece tener menos importancia, a partir del cual todo parece diluirse en las aguas del olvido.
Hoy yo he llegado a ese punto, y en contra de lo que puedan decir, me ha costado mucho llegar.
Pero si lo analizo detenidamente, tampoco cambiaría mucho mi vida si una mañana desde este punto en el que me encuentro decidiera mandarlo todo a la mierda. Total, ¿qué puede pasar?
… … …
Nada, no pasa nada, en mi familia aunque les costara aceptar una decisión la acatarían porque… son mi familia, y los de fuera… la gente va y viene, son pocos los que se quedan.
«La amargura procede casi siempre de no recibir un poco más de lo que se da: el sentimiento de no efectuar un buen negocio.»
— Paul Valery