Podcast time
Como ya sabrán aquellos que me siguen cada día al final, tras darle muchas vueltas a la cabeza, me he hecho con un iPhone.
Hay que reconocer que en muchas ocasiones he criticado a éste dispositivo por sus evidentes limitaciones, pero puede que sea por esto que al conocer sus limitaciones me haya decidido a hacer esta inversión, porque tengo claras las limitaciones y aún más claras las ventajas de este tipo de dispositivos.
Pero no son los motivos de la compra de un iphone lo que nos ocupa ahora; de lo que quería tratar es de los tan extendidos podcast, la nueva tendencia de comunicación tan extendida hoy en día en internet.
Hoy en día cualquier persona con unos minimos conocimientos de tecnología puede lanzar su mensaje a las «ondas» del ciberespacio y llegar con su voz a todos los potenciales oyentes diseminados a lo largo y ancho del mundo que no necesitan otra cosa que tener un ordenador (o un terminal móvil), una conexión a Internet, y unos altavoces.
Como podéis ver los requisitos para oír un podcast son elementos realmente básicos para un mundo tan tecnológicamente dependiente como es el nuestro. Pero que estos requisitos para oír un podcast no deben restarle mérito al enorme trabajo que hay detrás de un podcast, hay que planificarlo, grabarlo, editarlo, «empaquetarlo» y subirlo a internet para distribuirlo a los oyentes… Luego obviamente tendremos que hacer una evidente labor de «márketing» para hacer que todo éste trabajo se sepa y pueda llegar a todo el mundo de una manera gratuita para el «gran público», teniendo que soportar el «productor» del podcast en la mayoría de los casos los costes de mantener esos ficheros accesibles en el tiempo, y digo que en la mayoría de los casos porque cada día nacen (y mueren) multitud de sitios que nos permiten mantener esos ficheros accesibles sin que nos suponga un coste añadido.
Al menos algo tendría que salirle gratis a aquel que quiere hacer llegar su mensaje a ese público, no olvidemos que a parte de todo el tiempo y dedicación mencionado hay que sumarle los medios técnicos que necesitan para hacer un producto que motive a la gente a escuchar, en éste punto y como es lógico tendremos que contar no sólo con un ordenador conectado a internet, sino con unos sistemas que nos permitan capturar ese sonido en unas condiciones aceptables de calidad, lo que hace que en muchos casos el ordenador de éste «podcaster» se parezca más a un estudio de grabación profesional que a un ordenador personal.
Pero no tenemos, ni debemos olvidar que no sólo es el ciudadano «de a pie»Â el que dedica su tiempo a difundir un conocimiento através de los podcasts, también las emisoras de radio se han dado cuenta del enorme potencial que este medio de difusión tiene permitiéndoles llegar a unos oyentes a los que en muchos casos, por inconveniente de la franja horaria de emisión, estaban dejando desatendidos.
En lo personal tengo que reconocer que desde que descubrí los podcasts sólamente los he estado utilizando para oir sesiones de Dj’s de los más variados estilos, sin hacer mucho caso a la auténtica difusión de contenidos que se hace en los podcasts. Actualmente me he animado a incluir esas palabras que van más allá de la «simple» música y escuchar asiduamente a mi amigo Roberto (cortador) de No Tengo Iphone el cual os recomiendo si queréis escuchar la actualidad del mundo informático en general, y de mac en particular, desde un punto de vista fresco y dinámico. Otro de los podcast que se ha hecho un hueco entre tanta música en mi iphone es La rosa de los vientos, el popular programa de Onda Cero, el cual emiten a unas horas que para mi resultan prohibitivas…
Poco más os puedo decir sobre los podcasts y sobre todo este mundo, simplemente animaros a que lo probéis, descubriéis una nueva forma de estar informados…
Si queréis obtener una información podéis visitar éste enlace de la wikipedia.