Fantasmas del pasado
Es curioso como una serie de coincidencias aparentemente inconexas pueden hacernos descubrir temores que no sólo creíamos superados sino aquellos que ni siquiera creíamos que existiesen…
Es jueves, ya hemos comido y es el momento de tomar el café, de repente me percato de que hay algo en la mesa del salón que no me cuadra, me levanto miro la mesa y agarro el periódico, Ya se que era lo que no me cuadraba… era el periódico, es La Razón, lo ojeo un poco por encima y de repente algo me hace estremecer… en las páginas centrales suplemento de deportes veo una nota sobre las lesiones producidas por la práctica del deporte blanco, y en mitad de la página me encuentro una imagen de una operación de artroscopia la cual me hace emitir un alarido de dolor y cerrar el periódico desesperadamente.
Toda la consternación producida por esa visión parecía haberse disipado el viernes, incluso cuando mi tía me ofreció subirme a esquiar no me importó, es más incluso me lo planteé seriamente…
Pero ha sido esta noche al visionar lo que significaba estar en una pista de esquí bajando por una pendiente nevada…
Ha sido ese el momento en que me he vuelto a estremecer, he vuelto a sentir lo que significaba bajar una pendiente embalado sin pensar en las consecuencias que una caída pudiera tener, he vuelto a sentir el dolor de la caída, de la recuperación de la operación de la soledad en casa cuando estás lesionado y nadie te viene a ver.
He sentido miedo a una caída, a una lesión, a volver a pasar por todo el calvario por el que pasé hace casi dos años.
Un miedo incomparable a ningún otro que haya sentido con anterioridad, un extraño miedo que en dos años no me había atormentado, pero que hoy me ha sobresaltado…