Amigos

De verdad que es realmente agradable que algún amigo de vez en cuando tenga un detalle de esos que dices «Sólo tú lo podías hacer«. Un detalle de esos que sirven no sólo para demostrar que la auténtica amistad existe, sino para reforzarla hasta límites insospechados.
Porque si bien es valioso que un amigo haga un hueco en su esquema de día para tomar una cerveza y hablar de todo y de nada por el mero hecho de hablar, aún es más valioso cuando para todo su mundo para dedicarte a , su amigo, un rato.
Y me da igual que ese rato fueran cinco minutos o cinco horas, porque este es un claro ejemplo de que lo importante no es la cantidad sino la calidad, de que no importa la cuantía sino la esencia.
Porque la verdadera esencia de una amistad es ésta, el poder detener tu mundo para dedicárselo a un amigo porque te apetece, no porque lo necesite.
Es muy fácil acordarse de los amigos cuando los ves mal, o cuando tú estas mal, lo dificil es hacer lo que has hecho, juntar dos líneas tangentes que no tenían tiempo para encontrarse…